Al hablar de derriengue se hace referencia a la rabia pareciente o rabia paralítica bovina, una enfermedad viral, aguda y mortal que afecta a las vacas y otro tipo de animales como los ovinos, equinos, caprinos, porcinos e incluso a los seres humanos. Dicho fenómeno constituye un problema para el sector agropecuario pues puede generar grandes pérdidas en un aspecto de relevancia en la economía mexicana.
A esta infección se le da el nombre de derriengue justamente porque uno de los síntomas de la misma consiste en la alteración de las extremidades posteriores, las cuales no pueden soportar el peso del bovino, ocasionando dificultad para movilizarse. De tal forma, tiene un andar torcido, fatigado o derrengado, hasta que llega el punto de total inmovilización.
¿Cómo se transmite la rabia bovina?
Esta enfermedad se transmite por un virus del tipo Rabdovirus, el cual se encuentra en la mordedura de los murciélagos Desmodus rotundus infectados, los cuales se alimentan se sangre y muerden a los bovinos, contagiándoles la enfermedad.
Asimismo, puede transmitirse a través del contacto con mucosas, saliva o heridas de animales con derriengue. Cabe destacar que estos murciélagos son más comunes en las zonas de temperaturas cálidas.
Más allá de las afecciones a las extremidades ya mencionadas, la rabia bovina afecta el sistema nervioso central y genera una serie de alteraciones conductuales como la falta de apetito, secreción láctea, una fase de agitación, ansiedad y temor, seguida de un período de quietud e inmovilidad.
Sumado a esto, el bovino se aísla, presenta alteraciones en la deglución, rigidez en la cabeza y orejas, así como deshidratación. La infección avanza hasta generar la muerte del ganado.
¿Puede prevenirse?
Desde 1967 se creó en México el Proyecto de Investigación sobre Rabia Paralítica Bovina, donde se ha desarrollado la vacuna que actualmente se usa como el método por excelencia para prevenir el derriengue. De tal forma, en los hatos de ganado es fundamental aplicar dosis del medicamento a partir de los 6 meses de edad de los animales, sobre todo en las regiones más tropicales.
La aplicación de la vacuna se hace en dos dosis, las cuales se colocan con 20 o 30 días de por medio entre una inyección y otra. Es necesario repetir el proceso una vez al año.
Sumado a esto, la prevención implica un control de la presencia de murciélagos en los alrededores y avisar a las autoridades de las mismas, para proceder a lidiar con las colonias sin generar un despliegue de estas.