Cuando se tienen animales, o en el ámbito veterinario en general, una de las cuestiones con las cuales lidiar son las heridas o lesiones de diferente índole, ya sean causadas por accidentes, peleas, condiciones crónicas, incisiones quirúrgicas o demás.
Las mismas pueden presentar un grado u otro de gravedad de acuerdo al área afectada, la profundidad, extensión y su origen, pues algunas de ellas, como aquellas derivadas de mordiscos o contacto con algunos elementos como el asfalto, presentan mayor riesgo de infección. Ahora, estas lesiones pueden mejorar con el paso del tiempo sin necesidad de intermediarios, sin embargo, existen otras que ameritan el uso de cicatrizantes de heridas en animales.
El proceso de cicatrización
Fisiológicamente, cuando existe una herida, se desencadenan una serie de procesos para reconstruir el tejido, el cual se lleva a cabo en tres grandes eventos: inflamación, proliferación y remodelación. Todo esto suele ocurrir con normalidad al pasar el tiempo, sin embargo, hay casos donde la cicatrización puede hacerse lenta y complicada, generando mayores molestias y resultando un foco de infección.
Para estas situaciones hace falta una intervención que ayude y acelere la reparación de los tejidos, viniendo de la mano de los cicatrizantes de heridas en animales. Ámbito donde se hacen más importantes estos medicamentos por la mayor probabilidad de contaminación.
Particularmente, en lo referente a la regeneración de la piel, la plasticidad juega un rol importante, por lo cual, la tensión excesiva representa un obstáculo para la cicatrización. De tal forma, las medicinas destinadas a estos fines contienen elementos para mantener el área afectada hidratada, limpia y sin dolor, generando una rápida sanación.
Hablemos de la composición
Entre los activos más ampliamente usados en los tratamientos tópicos se pueden mencionar los siguientes:
• Tartrato de ketanserina: Compuesto antagonista de los receptores de serotonina, que promueve la microvascularización, beneficiando la perfusión tisular.
• Asiaticosídeo: Es un elemento que también compone la centella asiática, un elemento ampliamente conocido por sus beneficios en la cicatrización. El mismo estimula la síntesis de colágeno y brinda soporte ante la tensión existente.
Sumado a lo ya mencionado, los primeros pasos para una adecuada cicatrización implican una adecuada higienización de la herida, buscando remover cualquier elemento extraño y con la suficiente atención a la evolución del proceso de sanación; es pertinente valorar con un especialista el tipo de vendaje y medicamento apropiado para cada situación en específico.